Casi una semana después de que Miguel Bosé fuera asaltado en su casa de México por un grupo de diez personas, armadas y encapuchadas, el cantante ha acudido a la Fiscalía General de Justicia de la ciudad azteca para presentar una denuncia formal, días después de que las autoridades del país abrieran una investigación tras la difusión en medios de comunicación del asalto.
Los hechos ocurrieron el pasado 18 de agosto sobre las ocho y media de la tarde cuando el artista se encontraba en el salón de su casa y sus hijos en la parte superior de la vivienda, tal y como confirmaba el propio artista en un comunicado. «Queridos amigos, el viernes por la noche, un comando de diez sujetos armados irrumpió en mi domicilio», comenzaba diciendo el artista horas después de que la noticia del robo se hiciera pública en los medios de comunicacion. «Nos asaltaron. Nos tuvieron atados a mis hijos, al personal de la casa y a mí durante más de dos horas. Se llevaron todo, coche incluído. Todo muy estudiado y milimetrado para hacerlo corto», explicaba el artista antes de confirmar que todos se encuentran bien y destacar el enorme valor demostrado por sus hijos, Diego y Tadeo, de 11 años. «Estamos todos bien. Mis hijos se portaron como dos valientes. Admirable. Fue todo muy tenso, delicado y desagradable», aseguraba.
Ahora, y tras la denuncia presentada por el intérprete de Amante Bandido, la Fiscalía ha ordenado la intervención policial para entrevistar a otros posibles testigos y analizar las imágenes de las cámaras de videovigilancia. Además ha dado ‘luz verde’ al personal experto en criminalística para recabar indicios en el domicilio donde ocurrieron los hechos.
