El fenómeno «RoRo»: tradwife a la española, juegos de roles y estrategias de marketing

El personaje de RoRo se ha convertido en un acontecimiento un tanto llamativo para sus seguidores, pero también para sus detractores. Rocío Gómez Bueno, una chica de 22 años, ha sabido explotar al máximo las posibilidades del personaje que ha creado en el espectro de las redes sociales, alcanzando incluso las escalofriantes cifras de 3,6 millones de seguidores y más de 60,1 millones de visualizaciones. Y es que este fenómeno, importado de América, es conocido como «tradwife», es decir, mujeres que adoptan roles domésticos entendidos como «los de siempre», dedicándose a cocinar, limpiar y cuidar del hogar para hacer felices a sus novios o maridos, en este caso para hacer feliz a «Pablo»-y en ocasiones a los amigos de Pablo-.

Rocío Gómez ha descubierto, al igual que otras creadoras de contenidos como Nara Smith o incluso Ballerina Farm en Estados Unidos, que la clave del éxito reside en moverse entre la delgada línea de «chica que realiza vídeos de gastronomía» y «mujer tradicional de la que hace bandera la ultraderecha». ¿Pero por qué la ultraderecha y los pensamientos más retrógrados lo convierten en dinámicas aspiracionales, esperables y deseables para una mujer «de bien» que satisface al hombre?, ¿Por qué la reacción antifeminista decide hacer a este personaje de ficción un símbolo? o ¿porque las que se autodefinen como feministas atacan cruelmente con calificativos virulentos a RoRo?

Pues precisamente todas estas preguntas, son a su vez la respuesta a la fama de RoRo. Una narrativa en el foco de la discusión pública con la que poder jugar para explorar nuevos vídeos y hacer de esa ficción un oasis de visualizaciones. En otras palabras, una auténtica estrategia de marketing y movimientos vinculados a la objeción de las esfera mediática.

@roro.bueno

nunca los había hecho pero quedaron muy bonitos🤍 #homemade #chocoflakes #homecooking #recetafacil #recetarapida #comidacasera #comidasaludable #healthy #foodtok #parati #desayuno

♬ New Home (Slowed) – Austin Farwell

«Hoy a Pablo le apetecía…» o «Pablo me ha pedido que…», son las frases con las que empieza algunos de sus vídeos utilizando una voz impostada e infantilizada. Este recurso vocal, ya bastante estudiado, se le suele llamar «Fundie Baby Voice» o lo que viene a ser lo mismo, un sonido infantil, dulce, sumiso y meloso que brota de las bocas de las mujeres. La presidenta Impacto de Género Ya, Paqui Guisado Adame, decía que en el fundy baby voice “está todo cuidado. Son estéticas que vienen a infantilizar a las mujeres y, por tanto, a hacer que precisen ser protegidas o compensadas […]». Sin ir más lejos, cuando Rocío Gómez Bueno, ha sido entrevistada en algún podcast o ha subido alguna historia de Instagram espontánea, puede escucharse una voz mucho más grave, y una diferencia abismal en el tono y registro vocal. Ella misma lo confirmó en un podcast llamado SR. Wolf, de José Ramón Lucas. «La voz es ideológica […] es una voz que existe en Estados Unidos en las comunidades mormonas y les enseñan a las niñas pequeñas a hacer esa voz para parecer más sumisas y para agradarle a los hombres». Es plenamente consciente de la construcción de esa celebridad digital.

Este hecho viene a seguir confirmando el parámetro de ficción y creación de un personaje fantasioso en sus publicaciones. Sin embargo, parece haber una reacción machista que ve un poder simbólico y real en el personaje, llegando incluso a «desear una novia así». Por un lado tenemos la vertiente de nostálgicos de un orden idealizado donde la mujer queda relegada al ámbito doméstico y privado, y la otra cara de la moneda tenemos los que la acusan de reproducir arquetipos y esquemas machistas tradicionales reproduciendo insultos como «esclava, no te queremos aquí» . Y en centro de esta especie de juego «tiro de la soga» se encuentra RoRo.  Pero la madrileña no se siente aludida por estas críticas: «No me considero una mujer sumisa. Siempre me he considerado feminista», dijo en el podcast SR. Wolf, de José Ramón Lucas. En ese mismo espacio, Roro quiso desviar cualquiera de las acusaciones de machismo alegando que se reparten las labores de casa, ya que «es él quien limpia» y que ella cocina porque le «sale de dentro».

@srwolfpodcast

✅ENTREVISTA COMPLETA DISPONIBLE EN YOUTUBE Y SPOTIFY. “Me llaman esclava. Realmente no vivo por y para Pablo” Roro nos habla de la repercusión mediática que está teniendo tras sus exitosos vídeos en Tik Tok. MUY PRONTO, la entrevista íntegra junto a su novio Pablo en @srwolfpodcast #Videopodcast #juanramonlucas #Entrevista #Roro #PabloyRoro #recetas #Entrevista #Pablohabla #sumisa #esclava #entrevistaRoro #juanralucas #srwolf #srwolfvideopodcast #entrevistapabloyroro #Pablo

♬ sonido original – S R W O L F

El problema no es Roro, que puede seguir cocinando, haciendo pasteles, platos muy elaborados, como si quiere «segar praos». Como dijo Celia Amorós: el feminismo no cuestiona las decisiones individuales de las mujeres. Lo verdaderamente trascendental de todo esta cuestión es la trampa simbólica de la representación informativa. Mientras venden en medios y redes sociales una imagen de Roro o de las tradwifes elegante, limpia, inocente, cool y respaldada, caricaturizan la imagen de las feministas como las «quejicas» e «insoportables». Y ese imaginario acaba por introducirse en lo colectivo.

No caigamos en esa farsa. El feminismo sabe que cada uno tiene su camino. El feminismo no impone, el feminismo comprende y ofrece.

 

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