La polémica entrevista de Oprah Winfrey a Megan Markle y el príncipe Harry llega a España. La entrevista a los duques de Sussex ha batido récords de audiencia con 11 millones de espectadores en Reino Unido y 17 millones en Estados Unidos. La emisión recuerda a una chocante entrevista concedida en 1995 a la BBC en que la madre del príncipe, la princesa Diana, reveló desde sus problemas y sumió a la casa real en una gran crisis. Este fin de semana, su contenido íntegro en España. Antena 3 ofrecerá la entrevista a las 19:15 horas del sábado La Sexta, por su parte, la emitirá en la noche del domingo, tras ‘El objetivo de Ana Pastor’.
La entrevista de Meghan Markle a la que se sumó posteriormente el príncipe Harry ha superado todas las expectativas. Ambos lanzan auténticos torpedos a la Casa Real. De hecho, la Reina Isabel II ha reaccionado casi 48 horas después manifestando estar «triste» y calificando las sensaciones de los duques de Sussex como «preocupantes». «Las cuestiones planteadas, en particular la de la raza, son preocupantes. Aunque algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio y serán tratadas por la familia en privado», afirmó la reina en un comunicado difundido por el Palacio de Buckingham en nombre de la reina Isabel II. «Toda la familia se entristece al conocer lo difícil que han sido los últimos años para Enrique y Meghan», añadió, subrayando que la pareja y su hijo Archie «serán siempre miembros muy queridos de la familia».
En su entrevista con Oprah Winfrey, Meghan-embarazada de su segundo hijo- y Enrique afirmaron que algún miembro de la familia -que no fueron ni la reina ni su esposo Felipe, de 99 años y actualmente hospitalizado- se había mostrado «preocupado» por el color de piel de tendría su hijo Archie, ya que la madre de Meghan es negra. Con lágrimas en los ojos, Meghan contó a Winfrey haberse sentido tan infeliz durante su vida en palacio que llegó a pensar en el suicidio. También reveló que cuando dijo a la familia real que estaba sufriendo por la agresiva cobertura de los medios sensacionalistas británicos y necesitaba ayuda psicológica le contestaron «que no sería bueno para la institución».