Desde que la primera entrega de El Hoyo llegó a Netflix en 2019, el thriller distópico español se convirtió en un fenómeno mundial. Con su enfoque crudo sobre las desigualdades sociales y su brutal representación de la lucha por la supervivencia, la película dejó una marca profunda en el público. Ahora, con la secuela estrenada en la plataforma digital de Netflix «El Hoyo 2», dos nombres han capturado la atención de todos: Milena Smit y Hovik Keuchkerian.
Milena Smit, una de las actrices revelación de los últimos años en el cine español, conocida por su trabajo en «Madres paralelas» del reconocido director Almodóvar y «No matarás» de David Victori, encarna en esta nueva película, a una mujer que lucha por mantener su humanidad en un entorno despiadado. Con su capacidad para transmitir emociones complejas y su presencia magnética en pantalla, Smit ofrece a los espectadores una interpretación intensa, acorde a la atmósfera claustrofóbica y desesperante de la película.
Por su parte, Hovik Keuchkerian, actor y boxeador de ascendencia armenia, conocido por su papel de «Bogotá» en «La Casa de Papel», trae su imponente físico y versatilidad a un personaje que encarna la fuerza bruta y la supervivencia a cualquier costo. El actor llegó a confesar que tuvo una preparación física previa para poder desempeñar las características corporales del personaje. Keuchkerian tiene la habilidad de combinar aires de dureza, incluso de cierto ocultismo entrelazado con miedo, y vulnerabilidad en sus personajes, y su participación en «El Hoyo 2» genera grandes expectativas sobre cómo su papel influirá en la narrativa.
Lo que hace de El Hoyo 2 una propuesta aún más intrigante es cómo estos dos actores, tan distintos pero complementarios, se enfrentarán a la tensión social y psicológica que plantea el peculiar sistema de plataformas de comida que define la saga. Mientras que la primera entrega dejó muchas preguntas abiertas, la secuela podría ahondar en temas más complejos, como la rebelión, la empatía y la resistencia frente a un sistema inhumano.
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Bajo la dirección de Galder Gaztelu-Urrutia, quien ya demostró su capacidad para crear un ambiente perturbador y lleno de simbolismo en la primera película, «El Hoyo 2» ha traspasado todos los límites visuales experimentados ya en la primera parte, llegando a expandir aún más el guión de una forma poco normativa, dejando paso a la interpretación arbitraria de los actores. Hecho que en numerosas entrevistas realizadas a ambos, Milena Smit le gusta recordar. «Hay cosas que están muy vagamente escritas en el guión. Fuimos proponiendo escenas cotidianas». El propio director no se conformaba con dejar algunas dudas, así que decidió ampliar el universo distópico que tanto fascinó al público, consiguiendo convertirse en una de las películas más esperadas del año haciendo que los espectadores reflexionen nuevamente sobre el mundo que los rodea, a través de la lente de una historia inquietante y ferozmente humana.
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«Este proyecto me ha desafiado a explorar límites que no había alcanzado antes» confesaba Smit en una entrevista reciente. «El hoyo no solo es una película sobre la supervivencia física, sino también sobre cómo mantenemos nuestros valores en situaciones extremas. Mi personaje tiene que decidir hasta donde está dispuesta a llegar para proteger du integridad». Y no es para menos, después de toda la trayectoria cinematográfica de la actriz, tal vez esta película, se haya convertido en todo un viaje personal y profesional para Milena Smit.
«Lo que me atrajo de este proyecto es la complejidad moral que plantea» declaraba Hovik. Pues muchas cuestiones, salvando la enorme distopía del hoyo, nos vemos sometidos en la vida real a tomar decisiones que de alguna manera son decisivas, tanto para nosotros como para la sociedad que nos rodea. «En un entorno tan brutal» como el que se plantea en la película «todo los que crees saber sobre el bien y el mal se tambalea. Mi personaje está constantemente en ese borde, cuestionándose a sí mismo y a los demás. Es un papel muy intenso».
